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Panorama de la pobreza multidimensional en América Latina y el Caribe: tendencias y proyecciones previas a la pandemia Covid-19

16 junio, 2021

Por Héctor Moreno y Mónica Pinilla-Roncancio (OPHI)

Las repercusiones de la actual pandemia del Covid-19 se nos presentan cotidianamente de múltiples maneras. Del mismo modo, los adversos efectos sociales de las crisis asociadas a la pandemia han alterado ya los avances en la reducción de la pobreza de múltiples maneras. Ante esta nueva coyuntura, un Brief de OPHI analiza las tendencias y proyecciones recientes de la pobreza multidimensional en los países de América Latina y el Caribe (ALC).

El análisis se basa en la mejor información disponible previa al surgimiento de esta crisis sanitaria. Este tipo de información revela una progresiva y clara tendencia en la reducción de la pobreza multidimensional para la mayor parte de los países de la región. Este diagnóstico puede constituir el punto de partida para trazar el necesario camino hacia una reconstrucción inclusiva post-pandemia[1].

 

Panorama reciente de la pobreza multidimensional previo a la pandemia

El Índice global de Pobreza Multidimensional (IPMg) constituye un instrumento útil para retomar el camino de la reducción de la pobreza en la región. El cálculo más reciente del Índice de Pobreza Multidimensional global (IPMg) aporta información sobre 107 países a nivel mundial. En el caso de América Latina y el Caribe esta medida se encuentra disponible para 21 países. Este índice refleja las múltiples privaciones de quienes no pueden alcanzar niveles mínimos en las dimensiones de salud, educación y estándar de vida.

Actualmente, los 21 países de ALC incluidos en el IPM global albergan a 38 millones de personas que vivían en pobreza multidimensional (previo a la pandemia), cifra que representaba el 7.2% de la población regional. Es importante recordar que este porcentaje se refiere a la pobreza aguda y utilizando una medida comparable internacional. En éstos mismos términos, la región contribuía con 9.1% a la pobreza mundial.

La incidencia de la pobreza multidimensional en la región previa a la pandemia ya era bastante heterogénea.

Haití registraba la mayor incidencia con 41.3% de su población pobre multidimensionalmente con base en la encuesta DHS 2016-2017. El segundo lugar correspondía a Guatemala con una incidencia del 28.9% (DHS 2014-2015).

 

Este diagnóstico puede constituir el punto de partida para trazar el necesario camino hacia una reconstrucción inclusiva post-pandemia

Por el contrario, los dos países con menor incidencia eran Cuba (0.4%) y Trinidad y Tobago (0.6%). La gran mayoría de los países tenían una incidencia de IPMg inferior a la media regional del 7.1%, que era similar a la incidencia observada en Perú (7.4%). El Salvador, Nicaragua, Honduras, Bolivia, Guatemala y Haití, tenían una incidencia por encima de la media de la región.

 

Tendencias recientes previas a la pandemia 

Las tendencias sobre la reducción de la pobreza muestran que la reducción de la pobreza es factible a pesar de los altos y generalizados niveles de pobreza que han caracterizado a la región. De hecho, esas tendencias muestran tres rasgos importantes para ALC:

1.- Los países más pobres de la región mostraron las mayores reducciones de la pobreza en los años más recientes, con la información disponible para cada país.

2.- Las zonas rurales registraron las mayores caídas en términos de pobreza multidimensional.

3.- Algunas de las regiones sub-nacionales tradicionalmente más pobres tuvieron reducciones significativas (diez de ellas con reducciones de al menos 4 puntos porcentuales por año en la proporción de personas).

 

Vulnerabilidad y factores de riesgo

Analizamos también la proporción de la población en situación de vulnerabilidad en caso de contagiarse con el virus SARS-Cov2.

Siguiendo a Alkire, Dirksen, Nogales y Oldiges (2020), esta medida de vulnerabilidad considera a la población que experimenta privaciones simultáneas en indicadores clave (es decir, que pueden conducir a un curso más agudo de esta enfermedad) contenidos en el IPM global: nutrición, acceso a agua potable y tipo de combustible para cocinar.

El análisis distingue entre dos grados de riesgo: 1) las personas están en «riesgo» si sufren privaciones en al menos uno de estos indicadores y 2) las personas en «alto riesgo» si sufren privaciones en los tres indicadores simultáneamente.

En general, los resultados confirman que la región de ALC tiene una distribución muy desigual de vulnerabilidad ante la pandemia. El porcentaje de población pobre y en «alto riesgo» de COVID-19 oscila entre el 1.2% y el 41.2% en los países de la región. Esta población se enfrenta a vulnerabilidades simultáneas en indicadores clave que pueden conducir a un curso más agudo de esta enfermedad.

 

Proyecciones basadas en datos previos a la pandemia

Las tendencias de reducción de la pobreza previas a la actual pandemia de COVID-19 sugieren que todos los países de la región ya se encontraban en vías de reducir a la mitad la pobreza multidimensional para 2030 -si las tendencias previas a la pandemia continuaban. Esto significa que la región en general se encontraba claramente en el camino de cumplir con la meta planteada por el objetivo 1.2 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Para complementar este escenario Alkire, Nogales, Quinn y Suppa (2020) emplearon el IPM global y técnicas de simulación en 75 países de todo el mundo para determinar el efecto de la actual pandemia en la pobreza.

Sus resultados confirman que la actual pandemia de COVID-19 ha perturbado los avances en la reducción de la pobreza a nivel global con un posible retroceso en la reducción de la pobreza multidimensional de unos 3 a 9 años. Estas tendencias solo están disponibles a nivel mundial, sin embargo resultan útiles para ilustrar los potenciales efectos en la región.

  

El caso de Haití

El caso de Haití es un buen ejemplo país para ilustrar que la reducción de la pobreza es factible a pesar de los altos y generalizados niveles iniciales de pobreza.

Por un lado, Haití fue el país con la mayor incidencia de pobreza multidimensional en la región de ALC, según la información más actualizada (2016/17) y alberga la región sub-nacional más pobre en ALC (Grand’Anse).

No obstante, el país registra algunas de las mayores reducciones de la pobreza multidimensional y contaba con las proyecciones más alentadoras sobre reducción para el año 2030 (de haberse mantenido las tendencias observadas).

 

Esperanza en el futuro

En síntesis, según las proyecciones examinadas, y en consonancia con la meta 1.2 de los ODS, la mayoría de los países de ALC habrían reducido a la mitad los niveles de pobreza multidimensional entre 2015 y 2030 si se hubieran mantenido las tendencias observadas previas a la pandemia. Por lo tanto, la región contaba con una clara trayectoria para reducir a la mitad el IPM para 2030.

El caso de Haití es solo un ejemplo, pero otras lecciones útiles pueden provenir de países como Honduras, Bolivia y Nicaragua, que también estaban en camino de reducir su IPM a más de la mitad entre 2015 y 2030.

La información analizada constituye un horizonte mínimo de referencia para retomar el camino de la recuperación que la coyuntura actual plantea.

 

 

[1] Este artículo está basado en nuestro documento “Pobreza multidimensional y COVID-19 en América Latina y el Caribe: Tendencias recientes y la ruta por delante”.

 

Este artículo fue publicado en Dimensiones 12

 

 

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