El IPM, como herramienta complementaria a las mediciones de pobreza por ingreso, fue desarrollado por la Universidad de Oxford, basado en la metodología Alkire-Foster, y presentado en el 2010 por el PNUD en el Informe Mundial de Desarrollo Humano. El concepto de pobreza multidimensional toma en consideración de modo integral las múltiples carencias que experimentan los hogares en el ámbito de salud, educación y nivel de vida, sin limitarse únicamente al ingreso insuficiente.