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“El IPM es un gran aporte a la transparencia en la gestión pública”

4 febrero, 2022
Foto: INE Paraguay

Iván Ojeda, licenciado en Administración por la Universidad Nacional de Asunción y especialista en Gobernabilidad, Gerencia Política y Gestión Pública por George Washington University, es el primer director del recién creado Instituto Nacional de Estadísticas de Paraguay.  Al aceptar este nombramiento, Ojeda se hizo cargo de un doble desafío: fundar esta nueva institución y apoyar el proceso de elaboración del nuevo Índice Nacional de Pobreza Multidimensional (IPM) en Paraguay. En esta entrevista nos habla sobre los principales retos en la creación del IPM de Paraguay y de su importancia para las políticas públicas. 

¿Cómo fue el proceso de creación del IPM?

El proceso de creación involucró alrededor de dos años de un trabajo intenso. Lo primero que se hizo fue la ampliación del Comité de Pobreza para encarar el desafío de la construcción del IPM, donde participaron organismos del Estado paraguayo, formuladores e implementadores de políticas públicas, organismos internacionales, centros de investigación independientes del Paraguay, y por supuesto investigadores independientes que durante mucho tiempo estudiaron el desarrollo de la metodología. Se hicieron 14 reuniones del Comité Técnico General y 21 reuniones bilaterales llevadas a cabo entre el 18 de Mayo del 2018 hasta el 28 de Abril de 2021.

Al conformar el comité se buscó definir el propósito de la medida, la unidad de análisis, las dimensiones, los indicadores de las dimensiones, los pesos de cada dimensión, los pesos de los indicadores al interior de cada dimensión, también el umbral de pobreza multidimensional. Identificar quién es pobre bajo la óptica de la pobreza multidimensional y finalmente definir un plan de comunicaciones. Entonces, éste fue el proceso que hemos seguido para concretar con el lanzamiento donde tuvimos el privilegio y el altísimo honor de contar con Sabina Alkire y con Gonzalo Hernández Licona.

 

¿Con qué desafíos se enfrentaron al hacer el índice?

Con muchísimos desafíos. Limitaciones que van desde lo económico, metodológicas, limitaciones inclusive hasta legales en algún momento, y fuimos sobrellevando todo.

Otro tipo de limitaciones fue obviamente el tema de la pandemia. Nosotros teníamos previsto salir un año antes con esto, pero este contexto complejo que hoy está viviendo el mundo hizo que dilatásemos un poquito el lanzamiento. Sin embargo, seguimos trabajando, seguimos en la construcción, en la validación y finalmente se logró la concreción.

También otro desafío importante que teníamos es el reclamo del sector independiente y de la ciudadanía de contar con una medida complementaria o con una medida que nos dé una visión mucho más holística de la problemática de la pobreza en el Paraguay. Entonces nos pusimos como desafío tener también estas medidas, así el Paraguay crece y se consolida con una metodología muy robusta, muy sólida y finalmente también esto se sumó a otro hito que tuvo el Paraguay, que es la modernización de la legislación.

Después de 78 años, el Paraguay tiene un Instituto Nacional de Estadísticas. Antes funcionaba como Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censos, y a partir del año 2020, en plena pandemia, logramos la promulgación de una ley, que es una de las más modernas del planeta y de la región, con muchos refuerzos en principios, donde el INE es el rector y coordinador del sistema estadístico nacional, lo que robusteció mucho el proceso del IPM.

 

¿Y en términos técnicos tuvieron algún desafío importante?

Sí, el mayor desafío fue lograr el consenso porque acá teníamos tomadores de decisión o instituciones, generadoras de políticas públicas, implementadores de políticas públicas, organismos internacionales y también usuarios o investigadores, entonces este comité ampliado se puso de acuerdo. Entonces la gran victoria que ha tenido el Paraguay es mostrar que podemos ponernos de acuerdo en algunos temas, con integrantes de sectores bien definidos, bien distintos, pero con un objetivo común: dar al país, a los usuarios, una medida complementaria de la pobreza monetaria que es el IPM.

En primer lugar, nos pusimos de acuerdo en las dimensiones. En ese sentido, lo determinante fue identificar la fuente de información. En este caso, la Encuesta Permanente de Hogares es el punto de partida de nuestro IPM, puesto que existía una serie histórica.

Detrás de cada dimensión y detrás de cada indicador, hay una política pública bien concreta.  Entonces esta herramienta no solamente nos ayuda a visibilizar la situación en las dimensiones de Trabajo y Seguridad Social, Vivienda y Servicios, Salud y Ambiente y Educación, sino que también nos ayuda al monitoreo de esas políticas públicas que pretenden mover esos indicadores.

Otro desafío fue el tema económico. El contar muchas veces con especialistas, el solventar los gastos de traslados de hospedaje. Si bien muchísimas cosas OPHI no condicionó ni cobró, hay gastos de logística básicos que hay que cubrir y ahí también los organismos internacionales como el Banco Mundial, el PNUD, OPHI ayudaron muchísimo en el desarrollo de esto.

 

Compartimos experiencias no solamente en la medición, sino también en la implementación de programas, en la formulación de políticas para que tengamos el mismo impacto.

El desafío legal fue la creación del Instituto Nacional de Estadística porque con la nueva ley queda más claro, por ejemplo, la coordinación que tiene el Instituto Nacional de Estadística sobre el sistema estadístico nacional. La obligatoriedad de suministrar información al Instituto.


¿Qué usos tendrá este IPM de Paraguay en términos de políticas públicas u otros usos que le de el Estado?

El primero, que hoy, después de 24 años de medición de pobreza monetaria, los usuarios tienen una visión mucho más amplia de la problemática de la pobreza.

Segundo, va a ser una herramienta fundamental para plantear la post-pandemia. Sabemos que tenemos que ir a otro ritmo, ya no podemos ir al ritmo en el cual veníamos, porque hoy el mundo, el planeta, está con una crisis global que es la pandemia. Entonces, tenemos que ir a un ritmo mucho más acelerado, mucho más efectivo, pero para saber adónde queremos ir, tenemos que tener un punto de partida, y ahí el IPM tiene una fundamental importancia porque nos da una línea de base muy evidente. Le da a los tomadores de decisión, a los formuladores de políticas públicas los elementos, o las dimensiones y los indicadores que tienen que ser mejorados.

Sabemos claramente que tenemos que ampliar nuestro sistema de saneamiento, o tenemos que reducir la desocupación, o tenemos que mejorar la calidad de la materialidad de las viviendas, o tenemos que tratar de que la gente deje de vivir en hacinamiento. Entonces cada institución pública, cada organismo gubernamental, no gubernamental, sabe lo que tiene que hacer, y eso va a ser evidenciado.

El IPM es un gran aporte a la transparencia en la gestión pública. El gran reclamo ciudadano es mayor eficiencia en el gasto público, y el IPM también apunta a eso, a que nosotros los funcionarios públicos apuntemos a tener mayor eficiencia del gasto público, que el ciudadano vea y sienta en carne propia el retorno de sus impuestos.  Si bien el Paraguay hoy tiene una carga tributaria de alrededor del 13%, estamos muy por debajo de muchos países, igual los reclamos son muchos, entonces, esa es otra gran utilidad que va a tener.

También nos ayuda a sentar un hito, ¿por qué no disfrutar de este éxito que hemos hecho después de 24 años? Evidenciar la efectividad de la cooperación internacional también. El abrirse, permitir el ingreso a nuestras oficinas nacionales de estadísticas, o al INE del Paraguay de agencias y organismos internacionales y mostrarles transparentemente todo lo que nosotros tenemos y que ellos también nos muestren las últimas tendencias en materia metodológica, también evidencia que existe una efectiva y positiva cooperación internacional para que los países mejoremos nuestras mediciones.

Otro gran éxito, otra gran utilidad o ventaja es que hemos generado capacidad técnica nacional, si bien tuvimos la participación de OPHI, hay una capacidad nacional en el Paraguay hoy para el monitoreo o para la evaluación permanente de la medida.

También tenemos los insumos para ser comparables con otros países y ahí otra gran ventaja  porque si tenemos un problema de materialidad, un problema de hacinamiento o un problema de saneamiento, podemos preguntarles a nuestros países colegas que monitorean eso qué han hecho para mejorar esa medida, o sea les decimos “tenemos este problema, qué han hecho ustedes para mejorar”, compartimos experiencias no solamente en la medición, sino también en la implementación de programas, en la formulación de políticas para que tengamos el mismo impacto.

Obviamente están las asimetrías de los países, existen características muy propias de cada uno de los países, pero también hay temas que son comunes. Por ejemplo, este fenómeno endémico de la pobreza, o el problema endémico de la informalidad en América Latina y el Caribe, en donde está en torno al 55%. El Paraguay está hoy en un 65% de informalidad. Son temas comunes a nuestros países, son desafíos que tenemos como país, pero también como región.

Nosotros estamos muy contentos porque todos los días encontramos una utilidad nueva al IPM.

 

IPM Paraguay

 

Este artículo fue publicado en Dimensiones 13

 

 

Multidimensional Poverty National MPI Paraguay