Antes de la intensificación del conflicto armado en 2015, el desarrollo en Yemen ya estaba estancado. Con una población de 30 millones de personas, Yemen ocupaba el puesto 153 en el Índice de Desarrollo Humano (IDH), el 138 en pobreza extrema, el 147 en esperanza de vida y el 172 en logros educativos, clasificándose como un país de ingresos medios-bajos según el Banco Mundial. Yemen no alcanzó ninguno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y probablemente no logre ninguno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en 2030 debido al impacto adverso de la crisis actual.
El conflicto en curso ha reducido aún más el ritmo de desarrollo y ha exacerbado la pobreza y el hambre. Sus efectos han sido devastadores: cerca de 250.000 personas han muerto, ya sea directamente por los combates o indirectamente debido a la falta de acceso a alimentos, servicios de salud e infraestructura. De las muertes, el 60% son niños y niñas menores de cinco años. Los impactos a largo plazo de este conflicto son extensos y devastadores, situándolo entre uno de los más destructivos desde el fin de la Guerra Fría. Éste ya ha hecho retroceder el desarrollo humano en más de 20 años, según el IDH.
La mayor parte de la población de Yemen vive en situación de pobreza. El informe del PNUD y OPHI sobre pobreza multidimensional en Yemen, señala que el 82,7% de la población vive en situación de pobreza multidimensional. Eso es, más de ocho de cada diez personas en el país (considerando las regiones donde la encuesta fue levantada) viven en situación de pobreza multidimensional. La intensidad de la pobreza, o el promedio de las carencias experimentadas por las personas en situación de pobreza multidimensional es del 46,7%. Esto significa que, en promedio, una persona pobre experimenta más del 45% del total de privaciones ponderadas. Los indicadores muestran que las mayores privaciones están en años de escolaridad y saneamiento, que afectan a más del 70% de la población en situación de pobreza.
El Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) nacional usado en este estudio se basa en la Encuesta sobre Desarrollo Humano de Yemen (YHDS en inglés) 2021, y se compone de seis dimensiones: educación, salud, salud materno-infantil, servicios, nivel de vida y empleo. El IPM nacional incluye dimensiones e indicadores que capturan las carencias de las personas y los hogares. Los indicadores se calculan a nivel de hogar, asumiendo que todos los miembros del hogar comparten logros y carencias por igual. Se realizaron pruebas estadísticas para validar la robustez y la significación de la medida a nivel nacional y de las gobernaciones.
«El 82,7% de la población vive en situación de pobreza multidimensional»
El Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) nacional usado en este estudio se basa en la Encuesta sobre Desarrollo Humano de Yemen (YHDS) 2021, y se compone de seis dimensiones: educación, salud, salud materno-infantil, servicios, nivel de vida y empleo. El IPM nacional incluye dimensiones e indicadores que capturan las carencias de las personas y los hogares. Los indicadores se calculan a nivel de hogar, asumiendo que todos los miembros del hogar comparten logros y carencias por igual. Se realizaron pruebas estadísticas para validar la robustez y la significación de la medida a nivel nacional y de las gobernaciones.
La YHDS incluyó una muestra de 1.681 hogares. Fue la primera encuesta de hogares cara a cara y representativa realizada desde el inicio del conflicto. Su objetivo es proporcionar una visión detallada del bienestar, la seguridad alimentaria y de los indicadores de desarrollo humano en Yemen, posibilitando la realización de análisis intra-hogares.
Los datos se recogieron entre abril y septiembre de 2021, incluyendo información sobre educación, salud, situación laboral y condiciones de vida en el Gobierno Internacionalmente Reconocido (GRI) (o Yemen del Sur). La encuesta proporciona datos representativos a nivel regional en las gobernaciones de Al Bayda, Ta’iz, Hadramawt, Shabwah, Adén, Lahj, Ma’rib, Al Maharah y Ad Dali’.
El IPM nacional, que es el producto de la incidencia (porcentaje de personas que viven en situación de pobreza multidimensional) y la intensidad (número promedio de privaciones a las que se enfrentan las personas pobres) de la pobreza multidimensional, es 0,386. Por lo tanto, los pobres multidimensionales sufren un promedio de 38,6% de las privaciones posibles en Yemen, si todos los individuos fueran pobres multidimensionales y sufrieran privaciones en todos los indicadores.
La pobreza tiende a ser más alta en las áreas rurales (89,4% de la población) que en las urbanas (68,9%). Ad Dali’ y Al Bayda presentan la mayor incidencia de pobreza multidimensional. Dada la gran cantidad de personas que habita en la gobernación de Ta’iz, se estima que el 40% de quienes se encuentran en situación de pobreza multidimensional vive en esta región.
A nivel nacional, los años de escolaridad y el saneamiento son los dos indicadores con las mayores tasas censuradas de privación (el porcentaje de personas que siendo pobres multidimensionales, están privadas en estos indicadores), con más del 70% de la población pobre multidimensional privada en estos indicadores. De los 17 indicadores medidos, los años de escolaridad (79,2%), seguidos de saneamiento (74,8%), y combustible para cocinar (63,3%), son los que más contribuyen porcentualmente al IPM nacional y, por tanto, a la pobreza nacional. Además, los hogares encabezados por mujeres tienen una menor incidencia de pobreza multidimensional que los hogares encabezados por hombres. Sin embargo, estas diferencias no son significativas.
En cuanto al estado civil del hogar, los resultados revelan que los hogares cuya persona jefa de hogar está divorciada tienen una menor incidencia de pobreza multidimensional en comparación con los demás hogares. Por el contrario, los hogares cuyo jefe de hogar está casado con más de una esposa tienen niveles más altos de personas que viven en pobreza multidimensional, y la intensidad de su pobreza es mayor.
Adicionalmente, la incidencia de la pobreza entre personas que viven en hogares pequeños es del 64,4%, comparada con un 86,4% y un 91,1% en hogares de cinco a nueve miembros o con más de nueve miembros, respectivamente.
Por último, los resultados indican que los hogares con miembros con alguna discapacidad tienen mayores niveles de pobreza multidimensional que aquellos sin integrantes con discapacidades (86,4% versus 81,2%).
El conflicto interno de Yemen ha tenido un impacto negativo sobre la calidad de vida de las personas y hogares. Este análisis ha revelado que el país enfrenta altos niveles de pobreza y privaciones, y que existen importantes desafíos para garantizar el acceso a servicios básicos y oportunidades.
Las carencias en años de escolaridad y el acceso saneamiento son dos de las más importantes. Más del 70% de la población enfrenta privaciones en esos indicadores.
Además, se observan importantes disparidades entre zonas rurales y urbanas, así como entre las diferentes gobernaciones. Esto refleja que ciertas áreas se han visto más afectadas por el conflicto actual que otras y que hay áreas donde las personas enfrentan mayores barreras en el acceso a servicios o en las que definitivamente, éstos no están disponibles.
El informe del IPM nacional recomienda implementar una estrategia de reducción de la pobreza que aborde el problema del acceso inadecuado a servicios básicos y promueva oportunidades económicas.
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