Búsqueda

Más allá del dinero: Evaluando la pobreza multidimensional en Samoa

7 noviembre, 2023

Por Papaliitele Fasavalu Benjamin Sila, subdirector Ejecutivo, Oficina de Estadísticas de Samoa.

Samoa viene midiendo la pobreza monetaria desde 2002 utilizando las Encuestas de Ingresos y Gastos de los Hogares (EIGH). Sin embargo, entre 2002 y 2018, la reducción de la pobreza monetaria ha sido de menos de 1 punto porcentual, pasando del 22,9% al 21,9% en 16 años.

Pareciera ser que la atención en Samoa debiera dirigirse más a la pobreza relativa que a la absoluta. Esto, porque en el Pacífico existe una gran economía de subsistencia que le otorga a las personas acceso a recursos terrestres y marinos. Dicho esto, para comprender mejor la dinámica de la pobreza, la Oficina de Estadísticas de Samoa implementó una iniciativa con miras a medir los aspectos no monetarios de la pobreza. El IPM (Índice de Pobreza Multidimensional) sirvió para este propósito, ya que permite medir la pobreza en términos no monetarios, al incluir indicadores como la educación, la salud, el empleo y el nivel de vida.

 

El proceso de diseño y cálculo del IPM nacional para Samoa

La Oficina de Estadísticas de Samoa, con la asistencia técnica de OPHI, diseñó y calculó el IPM nacional para Samoa. Éste se alinea con las políticas públicas y marcos nacionales existentes. Se utilizó el Plan de Desarrollo de Samoa (PDS) para los años fiscales 2021/2022 a 2025/2026, en la definición de las dimensiones e indicadores.

A partir de esto, se definieron tres dimensiones: la dimensión de salud que abarca indicadores como el acceso a servicios de atención médica, la seguridad alimentaria y la fuente principal de agua potable; la dimensión de educación que abarca indicadores como la asistencia escolar, los años de escolaridad, los jóvenes que ni estudian ni trabajan (NINI) y el rezago escolar; y la dimensión de nivel de vida que abarca indicadores como la propiedad de bienes, el combustible usado para cocinar, la vivienda, el saneamiento y la conexión a Internet.

Se estableció un grupo de trabajo compuesto por cinco ministerios del gobierno (Finanzas, Educación, Mujeres, Comunidad y Desarrollo Social, y Salud), y también se formó un comité de dirección integrado por miembros de la Junta Asesora de Estadísticas y por los directores generales de los ministerios pertinentes. Los indicadores y dimensiones fueron discutidos en el grupo de trabajo y luego propuestos al comité de dirección.

Las dimensiones e indicadores se definieron a partir de la Encuesta de Ingresos y Gastos de los Hogares implementada por la Oficina, ya que esta encuesta captura la mayoría de los problemas económicos y sociales que definen la pobreza en Samoa. Se establecieron umbrales de privación para todos los indicadores para capturar diferentes situaciones de pobreza.

Al principio, la noción de una medida no monetaria de la pobreza enfrentó algunas dificultades. El proceso de implementación del IPM fue desafiante, ya que se trataba de la adopción de este nuevo concepto originalmente propuesto y discutido por el PNUD. Estos desafíos incluyeron preguntas como ¿qué es un IPM? ¿Cómo se calcula? ¿Cómo deben analizarse e interpretarse los datos y los resultados? ¿Por qué es relevante en el contexto de Samoa? Nadie tenía los conocimientos básicos ni una comprensión acabada del IPM.

Por otro lado, la Oficina tampoco manejaba, más que limitadamente, el software utilizado para calcular el IPM. Para superar estos desafíos, desde el principio del proceso se ofrecieron capacitaciones virtuales y asistencia técnica por parte de OPHI. También se brindó orientación adicional a través de sesiones por Zoom sobre la interpretación de los hallazgos, lo que derivó finalmente, en el lanzamiento del primer informe del IPM para Samoa en febrero de 2023.

 

Los resultados revelaron que de los 12 indicadores cubiertos por el IPM de Samoa, los tres indicadores que más contribuyen a la pobreza multidimensional son la seguridad alimentaria, la fuente de agua potable y la conexión a Internet

 

 

Lo que aprendimos y lo que viene

De acuerdo con el informe del IPM, el 24,9% de la población de Samoa es pobre multidimensional. La mayoría de los pobres se encuentran en áreas rurales. Los resultados revelaron que de los 12 indicadores cubiertos por el IPM de Samoa, los tres indicadores que más contribuyen a la pobreza multidimensional son la seguridad alimentaria, la fuente de agua potable y la conexión a Internet, con un 18,4%, 16,2% y 12,1%, respectivamente. Por dimensión, el nivel de vida contribuyó más al IPM con un 41,6%, seguida de la salud con un 37,9% y la educación con un 20,5%.

Al desagregar el IPM por características de los hogares, se reveló que los grupos dependientes (niños de 0 a 14 años y ancianos de 65 años en adelante) tienen los IPM más altos, con 0,138 y 0,115 respectivamente. Los resultados también revelan que los hogares más grandes tienen una mayor incidencia de la pobreza multidimensional. Además, cuánto mayor es el nivel educacional completado por el jefe del hogar, menor es la incidencia de la pobreza multidimensional.

En cuanto al sexo del jefe del hogar, los resultados indicaron que los hogares encabezados por mujeres tienen menos probabilidades de ser pobres multidimensionales en comparación con los hogares cuyo jefe es un hombre, aunque la diferencia es marginal, de solo 0,009 puntos en el índice.

Este primer informe del IPM para Samoa proporciona información a nivel nacional y regional. Esta iniciativa también ha permitido a Samoa medir el ODS 1.2.2 (“proporción de hombres, mujeres y niños de todas las edades que viven en la pobreza en todas sus dimensiones según las definiciones nacionales”).

A futuro se trabajará en un IPM que permita desagregar los resultados a nivel de los 51 distritos políticos existentes en Samoa. Por otra parte, dado que el IPM se construye utilizando la encuesta EIGH, que se lleva a cabo cada cinco años, se espera actualizar y supervisar el IPM de Samoa con la misma frecuencia.

De esta manera, el IPM le ha permitido a la Oficina producir indicadores y cifras desagregadas para medir la pobreza no monetaria. Se espera que los responsables de la formulación de políticas públicas y de la planificación adopten, a partir de esto, un enfoque inclusivo y proactivo para formular e implementar las políticas necesarias para garantizar que nadie se quede atrás.

 

 

 

Artículo publicado en Dimensiones 15

 

 

National MPI