Ahora sabemos que los Índices nacionales de Pobreza Multidimensional (IPM) no solo miden la pobreza, sino que también son una herramienta eficaz para reducirla. Hay dos requisitos claves para que esta lección aprendida se ponga en marcha. El primero es que los IPM deben generar buena información y para eso su implementación técnica debe ser rigurosa, no partidista, actualizada frecuentemente y deben basarse en indicadores que puedan verse impactados a través de la acción directa. El segundo es que deben aprobarse e implementarse con el apoyo total del presidente o de los máximos líderes del país.
Los países están utilizando diferentes fuentes de datos para identificar los niveles de pobreza y/o las privaciones de grupos específicos. Las diferentes fuentes de datos tienen características específicas, y presentan ventajas y desventajas que deben ser ponderadas por los equipos técnicos y los responsables de la formulación de políticas públicas antes de tomar la decisión sobre qué fuente de datos utilizar.
El estado de Andhra Pradesh publicó la primera edición de su informe sobre el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) en marzo de este año. Esta iniciativa pionera convirtió a Andhra Pradesh en el primer estado de India en emprender un proyecto para estimar el IPM a nivel estatal y de distrito, desagregado por categorías sociales y zonas urbanas y rurales, utilizando los datos recopilados a través de una encuesta de hogares diseñada específicamente para este propósito.
Colombia anunció el lanzamiento de su Índice de Pobreza Multidimensional (IPM-CO) el año 2011. Este lanzamiento vino acompañado de importantes innovaciones institucionales y de generación de políticas públicas informadas por este índice. Una innovación crucial fue la creación de un Tablero de Control tipo semáforo para apoyar el trabajo de una Mesa de Pobreza, dirigida por el Presidente de la República.
El año 2015, los países miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) adoptaron la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible bajo el mandato principal de mejorar la calidad de vida de las personas sin dejar a nadie atrás. Para eso, se definió una serie de 17 objetivos, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), con los cuales hacer seguimiento al progreso de los países. El Objetivo 1.2, en particular, habla de reducir al menos a la mitad la proporción de hombres, mujeres y niños de todas las edades que viven en la pobreza en todas sus dimensiones con arreglo a las definiciones nacionales, con plazo hasta el año 2030.